Cuando al común de los mortales le piden que reflexione sobre que es el arte y cite alguna obra de arte que le venga rápidamente a la memoria, la respuesta es muy variopinta: Escultura, pintura, teatro, cante...
Y así es, dado que el Arte es toda aquella manifestación de emociones o ideas que el ser humano realiza a través de una actividad destinada a comunicar o crear algo.
La motivación que ha llevado al ser humano al proceso creativo es, como mínimo, igual de variopinta a lo largo de nuestra historia. Indudablemente el contexto social ha jugado un papel fundamental.
Nuestros ancestros representaron en abrigos naturales escenas de lo que podría representar su vida cotidiana . Hoy día damos por sentado que se trata de arte pero ¿Que opinaría el autor?¿Se consideraba a sí mismo un artista?. Con mayor o menor fama, con más o menos adeptos la respuesta nos parece que es si, era un artista. Quien sabe si su motivación fue plasmar la realidad que vivía, o se limitó a copiar lo que en algún momento vio hacer a alguien.
La manifestación artística también está sujeta a la moda y los gustos siempre cambiantes. Es por ello que me parece interesante proponer ( o al menos poner un pequeño grano de arena que ayude a conocer), determinadas manifestaciones artísticas como es la elaboración actual de iconos de origen bizantino.
La técnica o arte de la elaboración de estos iconos la definiremos para los legos en la materia (entre los que me incluyo, y que me perdonen los verdaderamente entendidos en la materia) como aquella que, utilizando diversas técnicas de pintura, escultura, bordado, tallado, etc, con materiales de la época (clara de huevo, pan de oro,etc), reproduce creaciones artísticas de carácter sacro de determinada época.
Se trata por tanto de la recreación mediante técnicas y maneras de pintura sujetas a determinados cánones artísticos, de imágenes de carácter religioso.
Al contrario que en occidente donde la experimentación de los artistas aproximó en su apariencia las pinturas religiosas a las laicas, en la actual Rusia perduró en el arte sacro desde la entrada del cristianismo hasta bien entrado el siglo XVIII, sobreviviendo hasta la actualidad.
La sujeción a cánones, así como la simbología ( en esta manifestación artística todos los elementos y colores tienen un significado) no son sinónimos de limitación en la creación artística. Se constituyen en herramientas de comunicación con el contemplador de la obra. El conocimiento de la simbología ayuda a la interpretación de la obra, aportando información más allá de la representación contemplada.
Así el color dorado representa la luz de Dios, el rojo el amor y la vida, el círculo representa la eternidad, etc.
En cuanto a los más representados podemos citar la Santísima Trinidad, Cristo, los santos, la Virgen y episodios de la historia sagrada. Veamos algunos ejemplos sobre ejemplares del taller de Mariano Hernández.
Por último, para quien la lectura de esta pequeña reseña haya despertado su interés, le recomiendo la visita a la web de Mariano Hernández; http://www.taller-mhega.es/ ; o simplemente buscando taller mhega, o iconos rusos en su buscador.
Fotos cortesía de Mariano Hernández.
Felices Navidades.